TRADUCIENDO LA MEDIACIÓN

Si analizamos los datos de las derivaciones a mediación intrajudicial del año 2022, publicados por el Consejo General de Poder judicial, en nuestra comunidad autónoma, Andalucía, se arrojan los siguientes resultados: 

La primera lectura que puede hacerse de estos datos, sin duda, no es muy alentadora, para aquellos que conocemos los beneficios reales que la mediación puede otorgar a las personas en la resolución de un conflicto, sin embargo, hay que explicar, qué ha supuesto para unos y otros, el camino escogido en la búsqueda de soluciones a sus problemas. 

Hay 3 familias que han conseguido regular las normas y pautas de su vida, han elegido cuál es la mejor opción para el cuidado y atención de sus hijos, y han establecido las nuevas reglas de comunicación en el sistema familiar resultante, después de una crisis de pareja. Por otro lado, hay otras 66 familias, que, pese a no llegar a un acuerdo, han iniciado unas bases para organizar la situación que tienen que afrontar, y aún sin tener un acuerdo, les ha servido, para tener un acercamiento, del que seguro se acordarán, cuando tengan una sentencia que difícilmente haga justicia ni favorezca a todas las partes. Cuando se produzcan incumplimientos, quizás tengan más cerca el poder reconvertir el sistema, y volver a retomar el diálogo que iniciaron. 

En el ámbito civil, hay 4 partes que han evitado tener que esperar los interminables plazos para conseguir un señalamiento, así como la incertidumbre sobre un resultado incierto, que nada garantiza a ninguna parte. Han elaborado su “sentencia” a medida, donde con las cesiones de cada uno, han logrado un resultado equilibrado para todos. Las 27 partes que lo intentaron sin éxito, cuando obtengan una resolución que no cubra las necesidades que buscaban, o se encuentren con unas costas que asumir, seguro que, para un futuro conflicto, se detienen más en intentar lograr un acuerdo, que, aunque no sea el mejor, será el elegido por ellos. 

Los 6 asuntos penales derivados, y resueltos con avenencia, en definitiva, son personas que han tenido la oportunidad de recibir y dar una explicación,  de admitir y otorgar un perdón y, donde la víctima, pueda considerar una verdadera reparación o disminución del daño.  Por otra parte, hay 16 asuntos, en los cuales las personas han intentado entender o atender las explicaciones del otro, y pese a no lograr el objetivo que se desea, también han logrado un avance probando una alternativa diferente al litigio prioritario. 

Concluyendo con el análisis de los datos, existen 316 asuntos, en los cuales las partes, decidieron no acudir, ni intentar la resolución por esta vía, pero, aun así, ganaron en poder, en información. Pese a decidir no tomar la opción de la mediación, fueron derivados, y conocieron el recurso, lo que abre la posibilidad para que puedan retomar en otro momento del proceso, o en otro conflicto diferente con el que se encuentren en un futuro 

Los mediadores, cuando transmitimos a las personas los principios de la mediación, en muchas ocasiones los tenemos interiorizados, y no traducimos el verdadero significado de algunos de ellos: 

• VOLUNTARIEDAD: nadie obliga a nada, se está en un sitio porque se quiere y se está convencido que es lo útil y necesario. Cuando se hacen las cosas sin imposición, el cumplimiento tiene mayor grado de éxito. 
• IMPARCIALIDAD: no hay posicionamientos, la persona que guía no está a favor ni en contra de ninguna de las partes.
• NEUTRALIDAD: nadie va a decirte lo que tienes que hacer, el mediador no participa en ninguna de las opciones del conflicto. 
• CONFIDENCIALIDAD: no tienes que guardar nada, porque nada será usado en tu contra, lo que se habla en mediación, se queda en mediación. 
• FLEXIBILIDAD: el proceso tiene el tiempo, forma y modo que las partes le vayan dando. 

A lo largo de la historia, fueron muchas las ideas descabelladas y utópicas que terminaron cambiando y mejorando el mundo, incluso de errores, salieron grandes inventos. 

Es el caso de Wilson Greatbatch que quería escuchar al corazón, pero cometió un error técnico y fracasó en su intento. Lo que estaba intentando hacer era escuchar y grabar el sonido del corazón humano. Al intentar grabar los impulsos eléctricos del corazón, usó una resistencia que no era del tamaño indicado. En vez de grabar, su máquina empezó a producir un pulso eléctrico propio. Greatbatch no estaba escuchando al corazón sino hablándole. Había inventado el marcapasos. Su error salvaría millones de vidas en los siguientes 60 años y sigue haciéndolo.

Cada dato, por desalentador que parezca, es signo de que se está intentando, no sabemos si se lograrán los objetivos que nos marcamos, pero hasta de los errores que se puedan cometer, hay personas que pueden beneficiarse de ellos. 

Al final, tomando las palabras de Henry Ford, “el fracaso sólo es la oportunidad de volver a empezar con más inteligencia”

Noelia Suárez Gómez, Abogada y mediadora