Y será
By CentroBlog#BlogMediacion, blog, mediaciónHace unos días, buscando no sé qué, me encontré estas letras:
«Y será.
Un paseo, un amanecer, un sonido de olas, de pájaros o del viento sobre la hojas de los árboles,
nos dicen que estamos insertos en la naturaleza.
Un buenos días, un hasta luego, o un simple, ¡eeh! nos hablan de comunicación básica, de reconocimiento entre seres humanos.
Un artificio que solo te propone cómo hacer lo difícil de forma muy fácil, desear lo inalcanzable o más bien hacerte caer en la ficción de que si haces o vas, o pruebas tal o cual pertenecerás al top ten, a la crem de la crem… Eso sí, con muy poco esfuerzo, solo siguiendo las indicaciones de alguien a quien acabas de conocer, un auto-iluminado.
¿Hacia dónde nos lleva conseguir esas metas fugaces, en el caso de que de verdad se consigan?
Todo se reduce a imagen fingida, impostada, antinatural,… Da igual, solo interesa que los demás piensen que todo me va muy bien.
Alguien se ha preguntado alguna vez ¿qué real beneficio saca de eso?
¿Vivo mi vida, o vivo para los demás?
El hombre ha sido creado por Dios. La imagen, la marca, la persona jurídica,… son inventos del ser humano. Cuando el hombre solo es imagen, solo es marca, o solo es persona jurídica, está perdido. Termina “out of order”. Vamos, fuera de juego de toda la vida. Así de fácil y sin necesidad de inglés.
Cuando como ser humano sientes que estás fuera de ti y que algo invade tu ser, es hora de recomenzar. Volver al origen, volver los ojos a Dios, a ese Dios que aunque quizá nos hayamos empeñado en no ver ni sentir, a ese Dios que es parte de nuestro ser desde que nacimos.
Y será un paseo, un amanecer, un sonido de olas…o un simple ¡eeh!, que te aclaren que eres mucho más que algo creado por simples humanos. Buenas noches».
Esto me recordó que en la mediación, después de muchas preguntas y respuestas, suele pasar algo muy parecido. Llega un momento en el que a los clientes, se les cae la venda del rencor, la ira, el mal entendido,… Parece que ven una luz, una luz que surge de recuperar el reconocimiento mutuo, el respeto, el equilibrio,.. y esta misma luz les guía rápidamente a plantear sin dilación su acuerdo. El que para ellos, en ese momento, es el mejor acuerdo.
Venimos de la paz que es nuestro mejor estado, y por eso, tendemos a ella.
Vivir ese momento en que vuelven a ser ellos mismos quienes dirigen sus vidas en armonía, vivir ese momento de reconocimiento, equilibrio y paz, eso no tiene precio. Es la energía para difundir y organizar, contra viento y marea siempre, a favor de la Mediación.
Juan Ignacio Acuñas Fernández, abogado y mediador